Cómo saber si sigo enamorada. Respondemos a todas tus dudas

marzo 26, 2019
Autor: Miguel Alejo Sánchez

Dicen que hay tantas maneras de entender el amor como personas en el mundo, y es que cada cual se toma a su propia forma eso de estar enamorado. Hay que saber discernir muy bien entre el amor real, el que perdura en el tiempo, y el siempre capricho o enamoramiento que es fugaz y que se basa más en el deseo o en la atracción que un auténtico sentimiento que perdure durante mucho tiempo. Hay personas que, llegadas a cierto punto de la relación, se paran a pensar si siguen enamoradas, si siguen sintiendo lo mismo, porque parece que algo ha cambiado en su interior.

Si eres de esas chicas que se están planteando precisamente eso y tienes dudas sobre lo que sientes, no te preocupes porque estamos aquí para ayudarte. Por más que intentemos etiquetarlos y definirlos, los sentimientos son emociones muy complejas que desde luego no son sencillas de reconocer ni de admitir. Si tienes dudas al menos sabes que algo no va bien y estás preparada para enfrentarte a ello, y eso ya es un gran paso. Vamos a analizar algunas de las dudas más comunes que aparecen en este sentido, con la intención de ayudarte a entender mucho mejor por lo que estás pasando.

Te desagrada la idea de hacer planes a largo plazo

Es una de las formas más habituales de empezar a dudar sobre lo que sentimos. Tal vez estemos enamoradas o eso pensamos, pero cuando se trata de hacer planes importantes a largo plazo, como ir a vivir juntos, casarse o tener hijos, las dudas nos asaltan. No estamos seguras de nada y todo puede precipitar incluso el fin de la relación. Y es normal sentir ese miedo al compromiso que puede ser verdaderamente preocupante, pero también es cierto que puede ser el primer paso a algo importante, a estar durante toda la vida con nuestra pareja. Hemos de visualizarnos dentro de 10, 15 o 20 años y pensar si nos vemos con esa persona o no.

Te fijas en otras personas

Es también bastante habitual eso de fijarnos en otras personas, porque seguramente te haya pasado durante toda la relación, no solo con el tiempo. Eso sí, parece que llegado a cierto punto de la relación, esas otras personas te parecen más irresistibles y casi prestas más atención a ellas que a tu propio chico. Esos otros hombres pueden provocarte fantasías y te imaginas cómo estarías con ellos, fuera de la rutina en la que se ha convertido la relación con tu chico. Es algo bastante común, pero no significa que ya no estés enamorada. Puede simplemente que estés teniendo dudas pero que jamás se te pase por la cabeza serle infiel a tu pareja.

Cada vez te molestan más cosas de él.

La convivencia puede ser una de las cosas más maravillosas de la relación, pero también una de las formas más rápidas de destruirla. Y es que cuando os vais a vivir juntos estáis mucho más expuestos y os conocéis mucho mejor, tanto para bien como para mal. Hay que saber acostumbrarse a las cosas de cada uno, y eso es algo indispensable para poder llevar adelante una relación. Pero cuando parece que todo ya está normal, empiezas a sentir que hay cosas de él que no soportas. Incluso algunas que antes te parecían divertidas o adorables, ahora ya no puedes con ellas. Tal vez sea una de las mejores pruebas de que el amor se ha extinguido entre vosotros.

Sientes menos ganas de practicar el sexo

Antes todo era pasión y estabais deseando hacerlo a todas horas, pero las cosas han cambiado. Ya no hay tantas ganas y esa llama parece haberse extinguido casi por completo. ¿Significa eso que ya no hay amor? Puede que el deseo tan intenso de antes se haya convertido en algo mucho menos salvaje, pero más estable. Aunque si el problema viene porque nunca te apetece hacerlo, porque sientes que ya no es lo mismo y que no tienes ganas de disfrutar con tu pareja, por la razón que sea, tal vez debas preocuparte un poco más. Es una señal de que la atracción y el amor se están apagando entre vosotros.

¿Supone el desenamoramiento el fin de una relación?

Depende de cómo entendamos el concepto de enamorarse, sabremos darle la importancia que tiene a esa etapa en la que ya no hay tanta pasión y tanta lujuria entre ambos. Todo tiene su momento y tampoco es posible estar durante toda la vida como en los primeros meses de relación, porque las fuerzas nos faltarían. El desenamoramiento puede dar lugar a un sentimiento de cariño mucho más estable, y a un amor mucho menos basado en la lujuria y en la pasión, sino en la compañía, en el afecto, en el aprecio. Habrá quien quiera dejar la relación en ese punto, pero no tiene porqué ser un final anunciado.