Empezó hace tanto tiempo que ya no se recuerda cuál fue su origen, pero el mito de que las suegras suelen ser personas generalmente entrometidas, criticona y que opina cuando nadie le ha preguntado es un tópico que nos sigue acompañando hasta nuestros días. Si bien es cierto que muchos hombre se jactan de burlarse con los conocidos ‘chistes de suegras’, la verdad es que, en la mayoría de los casos, suele ser la madre del marido la que tiende a entrometerse más en la relación de pareja y a ir en contra de la esposa de su ‘pequeño’. Y aunque en muchas ocasiones podemos reírnos de estas situaciones, el hecho de tener una suegra tóxica es un motivo por el cual muchas parejas discuten y lo pasan realmente mal.
Hoy nos gustaría hablar sobre estas suegras tóxicas, sobre cómo identificarlas y, sobre todo, cómo luchar contra esta situación que afecta a miles y miles de matrimonios.

Cómo saber si tu suegra es tóxica

Todo aquel que conozca a una persona tóxica sabrá que, por regla general, se caracterizan por irradiar negatividad a través de cada poro de su piel: siempre se está quejando, critica constantemente a los demás, cuestiona y juzga cualquiera de tus desiciones y, en definitiva, no nos deja avanzar ni sentirnos libres con nosotros mismos. Con las suegras tóxicas pasa exactamente lo mismo. Las mujeres que se enfrentan a este tipo de suegras pueden llegar a sentirse inferiores ya que, según la madre de sus marido, ellas nunca son suficientes para su hijo.
Si nuestra suegra critica constantemente, es negativa, es envidiosa o busca llamar siempre la atención queriendo que el mundo gire en torno a ella, déjame decirte que tienes un problema: estás ante una persona totalmente tóxica.

La incompatibilidad entre suegra y esposa

Como hemos dicho (y aunque no siempre es este el caso), son las esposas las que suelen tener que enfrentarse a la difícil situación de compartir a sus maridos con una suegra tóxica. En los encuentros familiares puede llegar a parecer, mediante sus conversaciones, que se encuentran inmersas en una guerra por el amor y la satisfacción de, en este caso, el marido de la esposa e hijo de la suegra. Es por ello que muchas veces el hombre se ve entre la espada y la pared al tener que posicionarse de un lado u otro, algo que no hace más que empeorar esta difícil situación.

Problemas cuando la suegra vive en casa

Sin duda alguna la cosa empeora cuando nuestra suegra se va a vivir con nosotros, pues es ahí, en nuestro propio hogar, el que tanto nos ha costado sacar adelante, donde esta mujer hará cualquier cosa para controlarnos tanto a nosotros como a nuestra pareja.
Y la cosa no mejora cuando tenemos un bebé, pues este tipo de suegras tóxicas hará cualquier cosa por intentar llevarse el cariño del recién nacido y usurpar nuestro lugar como madre o como padre, algo que puede llegar a colmar el vaso de una pareja que ya ha aguantado suficiente.

Qué hacer para evitar que una suegra tóxica te amargue la vida

Sin lugar a dudas el final de esta agobiante historia llegará cuando el hijo/a de esta suegra tóxica le plante cara y no lo dude ni un momento a la hora de marcar los límites. No tenemos por qué discutir con nuestra madre, pero sí hacerle entender que tenemos derecho a vivir nuestra vida y a formar nuestra propia familia. Hay que marcar distancias e impedir que se entrometa en nuestra relación, pues ya es hora de que podamos disfrutar de lo que nosotros solos hemos ido creando sin la ayuda de nadie. Merecemos dejar las cosas claras y disfrutar de nuestra felicidad sin que nadie se interponga dispuesta a arruinarlo todo.