Romper con tu pareja ¿cuándo es el momento perfecto?

abril 8, 2020
Autor: Miguel Alejo Sánchez

Decía el cantautor español Ismael Serrano que el amor es eterno mientras dura, y esa simple frase sirve para ilustrar perfectamente lo que uno siente al enamorarse, al sentir ese cúmulo de emociones tan intensas por otra persona, que tal vez, con el tiempo, se vayan apagando. Mientras estamos enamorados, pensamos que esta relación durará para siempre y será infinita, pero llega un momento en el que la situación cambia, por un millón de razones diferentes. Y entonces nos encontramos con un problema importante: ya no sentimos lo mismo por la persona que está a nuestro lado. Da igual el tiempo que llevemos en la relación, da igual lo  perfecta y especial que sea nuestra pareja. Ya no es como antes, y la situación se puede volver cada vez más complicada.

Y es que algunos simplemente se dejan llevar y siguen en una relación que está evidentemente muerta por pura inercia, por lo que dirán los demás, por no hacer daño a la otra persona, porque simplemente es lo que deben hacer y punto. No se plantean el hecho de romper, porque se han acostumbrado a aquella relación y piensan que es mejor seguir con ella, a pesar de no sentir nada por la otra persona, a terminar y provocar un cataclismo que, tarde o temprano, acabará llegando. Porque por más que queramos ocultarlo, cuando no hay amor en una pareja, todo acaba saltando por los aires. Puede ser por una infidelidad, puede ser por una crisis que haga que todo explote… El caso es que hemos de ser conscientes de que romper con nuestra pareja es algo ineludible, y hemos de saber encontrar el momento perfecto, sin demorarlo.

Cómo saber si debes romper con tu pareja

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Es la pregunta que nos hacemos todos, cuando estamos en ese momento de dudar de todo, de nuestra relación, de la otra persona, hasta de nosotros mismos. Tener una seguridad absoluta en aquello que sentimos, en estar con la persona adecuada, es algo no siempre sencillo, ni mucho menos. Y es que hay ocasiones en las que cualquier crisis nos puede hacer replantearnos todo. El momento en el que vivamos es muy importante para determinar qué es lo que queremos hacer con nuestra pareja. Sobre todo, lo que suele servir es mirar al futuro e imaginarnos dentro de tres, seis y diez años. Si pensamos que podemos seguir con nuestra pareja, tal y como estamos ahora, tal vez tengamos una oportunidad para que todo salga adelante.

Sin embargo, también hay momentos en los que nos damos cuenta que estamos encerrados en una relación que no nos llena, que ya no nos aporta nada. Se ha perdido la pasión pero también el cariño. Es como si siguiéramos juntos por simple inercia, porque es lo que hay que hacer. Por tener críos, o por estar casados, o sencillamente por habernos enamorado de otra persona y entender que no podemos engañar a nuestra pareja. Se pueden dar mil situaciones, pero lo importante es precisamente eso. Entender que la situación, por más que lo hayamos intentado, no ha mejorado nada, y que cada día la cosa va a peor. Entonces será el momento de romper con tu pareja.

 

El momento de la despedida

Es complicado encontrar un momento perfecto para romper con tu pareja, porque a pesar de que las cosas ya no sean como antes, seguro que todavía sigues sintiendo algo por esa persona, y no quieres hacerle daño. Esta es la excusa que muchos utilizan para desviar el asunto durante semanas, e incluso meses. Sin embargo, si  hemos tomado la decisión de romper con nuestra pareja, para darnos la oportunidad de encontrar algo que nos atraiga y nos haga sentir de nuevo, y dársela también a la persona que está con nosotros, hemos de hacerlo cuanto antes. Ser valientes y explicarle la situación, con tacto, por supuesto, pero sin titubeos. Porque en muchas ocasiones, este tipo de despedidas y rupturas han terminado en una continuación de la relación, al ser incapaz de cortarla por completo al ver la reacción de la otra persona.

 

Sincérate y asume tu decisión

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Evidentemente, no estamos animando a que rompas con tu pareja a la primera duda que tengas sobre la relación, o al primer choque o crisis que tengáis que capear juntos. De hecho, este tipo de relaciones se suelen romper en momentos tranquilos. Dale vueltas, piénsatelo bien y trata de ser lo más racional posible sobre la situación. Y si has llegado a la conclusión de que no hay marcha atrás y debes dejar la relación, por el bien de ambos, lo  mejor que puedes hacer es sentar a tu pareja, en ese mismo momento, y sincerarte por completo. Soltarlo todo, incluso si estás pensando  en otras personas. Quedarás mal pero será mucho mejor que le cuentes la verdad, antes de que se entere por otros medios. Y al final, si has decidido romper, debes seguir adelante con esa decisión tomada, pase lo que pase.

 

¿Y ahora qué?

La situación ha llegado a un punto de no retorno, y lo mejor es dejarlo ahí, para tener la oportunidad de seguir avanzando emocionalmente, en otras relaciones que tal vez nos permitan crecer más y nos ofrezcan eso que no hemos encontrado en esta. Simplemente, la persona que creíamos que sería la definitiva no lo ha sido. Cuesta asumirlo, pero lo más complicado es precisamente eso, llegar a esa conclusión después de tener en cuenta todos los factores presentes, pasados y futuros, aun imaginándonos cómo sería nuestra vida si seguimos con esa relación. Romper con una pareja es una decisión complicada y contárselo suele ser también un momento muy complejo, pero si hemos decidido que es lo mejor, hemos de ser valientes.

La ruptura puede suponer la pérdida absoluta de contacto entre las dos personas, algo que suele ser habitual, porque si la relación no ha terminado bien, ninguno de los dos querrá ser amigo del otro. Sin embargo, podemos utilizar esa ruptura precisamente para salvar el cariño que tenemos por la otra persona, y seguir siendo amigos, aunque tardemos un tiempo en adaptarnos a la misma situación. Esto puede ser confuso y doloroso para ambos, pero perder por completo a esa persona con la que hemos estado durante tanto tiempo también lo es. Lo más importante, eso sí, es saber mirar hacia adelante, al futuro, sin pensar que el fracaso de esta relación será el fracaso de todas las demás. Encontraremos a alguien que nos haga sentir seguros todo el tiempo y nos daremos cuenta de que esa personas es justo lo que necesitábamos.