segundas-oportunidades-amor

Segundas oportunidades en el amor ¿realmente funcionan?

junio 30, 2021
Autor: Miguel Alejo Sánchez

Llega el momento de hablar de segundas oportunidades. El amor es algo tan complejo que, por más que se haya intentado explicar en canciones, en libros, en ensayos e incluso en experimentos científicos, apenas hemos llegado a entender lo que significa, o más bien, cómo funciona. Es un misterio casi insondable, compuesto no solo por nuestros sentimientos y emociones, sino también por las construcciones sociales que nos rodean. El amor que sentimos, el que experimentamos, también tiene que ver con la idea que tenemos de ese propio amor.

Una idea que se ha ido creando, precisamente, a través de la cultura, de la experiencia, de conocer a otras parejas y verlas comportarse. De ahí que todavía tengamos en la mente ciertas “directrices” a la hora de entender el amor que, de un tiempo a esta parte, están empezando a cambiar. Por ejemplo, eso de que el amor es fidelidad absoluta a una sola persona. Tal vez podamos enamorarnos de varias personas a la vez y mantener una relación abierta que nos nutra mucho más.

El amor tradicional

consejos-segunda-oportunidad-amor

La idea tradicional del amor está viéndose afectada por nuevas formas de entender estos sentimientos, seguramente más amplias y aperturistas. El hecho de entender que hay muchas maneras de amar, una por cada persona, nos ayuda a entender mucho mejor que el amor es una experiencia vital propia.

Tiene que ver con la sociedad y con el resto del mundo, pero sobre todo tiene que ver con nosotros y con nuestra forma de disfrutar de esa experiencia. Hay gente, por ejemplo, que no estaría dispuesta por nada del mundo a aceptar una infidelidad, considerándolo como algo imperdonable. Sin embargo, otras personas sí que entienden que puede haber formas de retomar la relación después de algo así, o incluso después de romperla por cualquier motivo. Dar una segunda oportunidad a la relación es a veces visto como una mala idea, pero en muchas ocasiones suele dar resultado, sobre todo si aprendemos a no cometer los mismos errores que en el pasado.

La primera ruptura

Cuando el amor que creíamos infinito y eterno se termina, la decepción suele ser bastante dura y provocarnos un verdadero quebradero de cabeza. Todos hemos pasado por rupturas, a veces más dolorosas, otras menos intensas, pero siempre sienta mal romper, porque creíamos que esa persona era la definitiva. Tendremos que darnos el tiempo suficiente como para sanar esa herida y sobre todo, reflexionar sobre lo que ha provocado esa ruptura. ¿Ha sido tal vez la rutina, el llevar mucho tiempo juntos? ¿Ha tenido que ver con algo imperdonable que hemos hecho, o que ha hecho la otra persona? Dependerá en gran medida de cómo haya sido esa primera ruptura el  hecho de poder retomar o no la relación, con la seguridad que las cosas pueden ser diferentes.

Cuánto puede funcionar una segunda oportunidad

Y es aquí donde debemos insistir en que retomar una relación  para seguir como antes puede ser un gran error. Todos queremos recuperar esa relación perfecta que existía antes de la ruptura, pero hemos de entender que no lo era tanto si al final acabamos rompiendo. ¿Qué nos llevó a dejarlo la primera vez? ¿Fue algo puntual? ¿Fue un error de alguien que está dispuesto a enmendarlo? La mayoría de errores no se pueden suprimir, pero al menos sí que podemos cambiar para no volver a cometerlos, sobre todo si tenemos claro que esa persona es la adecuada. Y es que a veces no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos, y aunque suene triste, el ser humano muchas veces es así, y solo entiende que ama cuando pierde algo.

Por eso las segundas oportunidades en el amor pueden ser una gran idea, siempre que vengan acompañadas de cierto aprendizaje y maduración por parte de ambos. El romper no debe ser una anécdota, algo que olvidemos, sino una llamada de atención. Nos queremos, pero hemos llegado a esa situación porque algo ha pasado, algo que no debemos repetir bajo ningún concepto. De ahí que la mayoría de parejas traten de mejorar cuando se dan una segunda oportunidad.

Algunas lo consiguen, otras no tanto. Se puede caer en una relación muy tóxica en la que una persona esté constantemente decepcionando a la otra, pero esta segunda siempre piense que va a cambiar. Hay relaciones en las que la pareja va y viene, se junta y se pelea, cada cierto tiempo, porque es su manera de “quererse”. Eso, a la larga, puede provocar muchos problemas, y en realidad no es una manera sana de disfrutar del amor.

Pedir segundas oportunidades

dar-segundas-oportunidades

Puede que la relación se haya cortado previamente por la simple rutina, porque una de las dos personas estaba cansada y no le veía futuro a eso que estaba viviendo. Puede que la ruptura la provocase una metedura de pata tremenda, nuestra o de la otra persona. Algo que entendemos que fuera definitivo para romper la relación, pero aun así, no nos damos por vencidos. Si queremos segundas oportunidades, si estamos seguros de que nos merecemos volver a disfrutar de esa relación, porque de verdad queremos hacerlo mejor, hemos de ponernos manos a la obra enseguida. Dejar el orgullo aun lado, si de verdad estamos dispuestos a pedir otra oportunidad, y plantearnos cómo hacerlo para conseguir que la otra persona nos la dé.

Pedir una segunda oportunidad para retomar la relación puede ser algo muy complejo, y que como decíamos al principio, tiene ese tabú de estar mal visto por la sociedad. Si la relación se ha roto, así es como debe estar. Pedir segundas oportunidades es como arrastrarse, o así lo consideran algunos. Sin embargo, cuando entendemos que hemos hecho algo mal y estamos dispuestos a arreglarlo, a solventar todos los problemas que nos han llevado a romper, no debemos pensar en eso del ego o la “dignidad”. Hablamos de amor, de estar con la persona que queremos, de recuperar todo lo bueno que teníamos con ella, y para eso vale la pena darlo todo. Iremos con la verdad por delante, con absoluta sinceridad, y mostraremos una verdadera actitud de cambio, si es necesario para que nos den esa segunda oportunidad.

¿Es recomendable dar segundas oportunidades a tu ex?

Si estamos en la otra parte de la relación, y somos la persona que debe decidir si dar segundas oportunidades, tal vez tengamos que pararnos a pensar qué es lo que realmente queremos. ¿Cómo se ha llegado a la ruptura? ¿Nos hace bien esa relación? ¿Cómo nos sentimos ahora que no estamos con esa persona? Es lógico que la eches de menos, e incluso que tengas ganas de volver con ella, pero debes tratar de ser más lógico y menos emocional. ¿De verdad nos conviene volver con nuestro ex? ¿Habrá cambiado realmente, o será solo un truco para volver a repetir todo lo que ya hemos pasado? Hay que ser muy cuidadoso a la hora de dar una nueva oportunidad a una persona que ya nos ha defraudado una vez, porque volver a pasar por todo eso es devastador.